Una joven descalza baila
Una joven descalza baila sobre el suelo de terrazo y bronce de un restaurante, da un par de volteretas frente a los taburetes de cuero, y termina enjuagándose las manos en una pila de mármol rojo que parece nacer del pedazo de roca en bruto en la que ha sido tallada. Este es el exclusivo relato visual que sienta las pautas de los espectaculares trabajos en hoteles, restaurantes y casas que la diseñadora de interiores Joyce Wang muestra en su web. Como es natural, ella tiene los pies firmes en el suelo cuando hablamos; es su sólido compromiso de revelar lo inesperado dentro con materiales lujosos lo que la ha aupado hoy con fuerza al escenario internacional del diseño. Con suntuosos proyectos de diseño interior que van desde el Hotel Mandarin Oriental de Londres y los clubes de bienestar Equinox hasta los famosos restaurantes Mott 32 y áticos residenciales en rascacielos, Wang ha dejado el listón alto en lo que se refiere a buen vivir y modernidad en la restauración. “Para comprender el lujo hay que saber vivir y disfrutar de la vida”, indica. Sus espacios, concebidos con elegancia, pueden diferir en tamaño y finalidad, pero tienen en común una rica historia cultural fiel a su ubicación. “Nunca había oído decir eso. Pero me gusta mucho esa descripción”, dice. Y es verdad. Inspirada por las vistas que ofrece sobre el parque la suite del ático del Hotel Mandarin Oriental, Wang introdujo papel de pared de corcho cepillado con pan de plata para reflejar los árboles del exterior mientras, en Hong Kong, el bar subterráneo del premiado Mott 32 está inspirado en las boticas chinas, con unas cadenas de metal que hacen referencia al pasado de la ciudad como pueblo de pescadores y pintadas reivindicativas que apuntan al pasado político de la colonia. Con tal sensibilidad hacia la historia y la cultura, no sorprende que Wang amase desde pequeña el diseño, las antigüedades y los viajes. Nacida en Honolulú de padres de Shanghái, su familia se mudó a Hong Kong antes de enviarla a internados en Reino Unido y luego a la universidad en Boston, antes de hacer su maestría en el Royal College of Art de Londres. 34 / Jaguar Magazine
Diseño Sueños de loft El restaurante Mott 32, con capacidad para 242 comensales, situado en la planta de casino de The Palazzo en el The Venetian de Las Vegas, inspirado en el espacioso estilo industrial de Nueva York Posteriormente, pasó dos años en Los Ángeles, donde trabajó en la redecoración del hotel Roosevelt, en Hollywood Boulevard. Wang cree que este fue su nacimiento: “Me hizo pensar de forma diferente, amplió mi imaginación y el uso que hacía de los materiales”. “En Los Ángeles la gente piensa muy diferente que la gente en Hong Kong y yo tenía que entenderla. ¿Cuál era su estilo de vida? ¿Qué les obsesionaba? ¿En qué tipo de casas aspiraban a vivir? Eso era lo que me interesaba”. Desde entonces, ese deseo de meterse en la piel de sus clientes es lo que ha impulsado a Wang a la cima y la llevó a abrir el Wang Studio en 2011, con oficinas en Londres y Hong Kong. “Ese es el verdadero poder», recalca. «Poder entender a la gente y, a partir de ahí, crear un idioma que la emocione”. Su enfoque intuitivo también ha hecho que se sensibilice a la respuesta de la gente a los materiales y a la necesidad, en una época tan tecnológica, de textura y sinceridad. “Hoy en día, el lujo es una sensación de comodidad e intimidad. Antes era gastar en materiales caros, pero ahora algo texturizado y auténtico es un lujo poco común”. Lamenta que se haya perdido el cine a la antigua, granuloso y áspero, mientras que ahora todo es alta definición, suave y pulido, y siente que le está ocurriendo lo mismo a otros sectores creativos. Esto explica por qué Wang se centra en las materias primas a las que recurre siempre en sus proyectos, y, en especial, su historia de amor con el metal. “Me encanta utilizar metal, pero de forma sutil”, comenta sobre su diseño para un apartamento de tres piso en Shanghái, que incluye una espectacular escalera circular en cuya barandilla se han empleado cinco kilómetros de cable. De hecho, Wang utilizó tres tipos de metales —chapa, metal envejecido y cable—, trabajando chapa curvada para crear una escalera sinuosa hasta el techo y adornando las pareces con finas lamas de acero corten. ¿Suena duro y rígido? Pues el resultado es muy suave, y la ligereza de Wang hace que el espacio se sienta sorprendentemente sensual y femenino. “Algo que me molesta mucho es cuando la gente dice: «Oh, tu obra es industrial chic», admite Wang. “Me » Jaguar Magazine / 35